El uso de las redes sociales en la educación superior

QUÉ TIPO DE MAESTRA QUIERO SER

Ser docente siempre ha sido un reto bastante grande para quien ejerce  la profesión con verdadera responsabilidad y vocación, más aún en estos momentos en que los medios electrónicos, las tecnologías digitales incursionan e incorporan una sociedad teledirigida y se instala cómodamente en las diferentes esferas de la sociedad: hogar, escuela, trabajo e incluso en los modos de diversión. Ya G Sartori (2003) en su obra Homo videns, denominó a este fenómeno como “videopaideia” según el cual los medios electrónicos de comunicación, han generado una suerte de mutación genética en el ser humano.

Esta visión cibernética concibe la concepción del mundo como un sistema de redes, reducido a información y todos somos percibidos como consumidores, procesadores y productores de información que es el factor estratégico más crítico para la creación de riqueza y poder.Por otro lado, surge la gran interrogante ¿Pueden las tecnología de consumo personal (móviles, smarts, videojuegos...) ayudarnos a transformar la relación que tenemos con el conocimiento y su representación? Evidentemente, que las TIC plantean grandes ventajas tanto por su accesibilidad como por su poder comunicativo, ya que permiten aprender de forma cooperativa en red, superando las barreras de idioma, cultura y clase.

Vivir la experiencia del alfabetismo digital, constituyó para mi un "reencuentro maravilloso" con mi esencia de docente, pues permitió colocarme en la condición de alumna frente a un mar de "cosas nuevas", debido al uso marginal o subutilización de las herramientas tecnológicas que le estaba otorgando en el proceso enseñanza aprendizaje. Este evento marca mi vida profesional y personal, llega justo en la etapa en la que debía renovarme, con los 30 años de carrera estaba ante la disyuntiva de retirarme o quedarme para estar a la par de este mundo cambiante.

No fue nada fácil; inicialmente me paralicé, el nerdo instalado me repetía una y otra vez "no puedes", casi sucumbo ante las voces de mis colegas quienes opinaban "para qué exponerte y agobiarte tanto si ya estas próxima a jubilarte". Elijí quedarme y este es el resultado de mi batallar en el que debo agradecer la cooperación de mis compañeros de estudios, mi familia, especialmente alumnos y ex alumnos quienes me dieron la mano con reiteradas explicaciones y largas jornadas de conexión.

Respecto al temor inicial de la subinformación, desinformación y manipulación de la sociedad teledirigida, me queda el desafío de desarrollar en el alumnado la conciencia crìtica y ética en el uso de la tecnología, promoviendo una cultura del pensamiento en el aula, cuando se es alfabetizado digitalmente es posible identificar los métodos de persuación mediática. Ya no me siento expuesta o vulnerable, al contrario he recuperado mi identidad gracias al profesor José Miguel Corre.

Para el profesorado estas herramientas son de gran utilidad, al momento de plantear el trabajo permite visualizar e identificar el modelo metodológico, actividades, materiales y estrategias y criterios de evaluación.